proyectoacuario.com.ar el om en el trabajo

 

Mucha agua pasó bajo el puente…

En la década de los 60’ si escuchábamos la palabra Yoga, nos imaginábamos a una persona con el torso desnudo y gran turbante recostado sobre una cama de clavos… Si escuchábamos que alguien entonaba el mantra OM, nos preocupaba que se instalara una secta satánica en nuestro vecindario… poco entendíamos de esta sabiduría de Oriente.

Todas estas descripciones no son ficción. En esa época, a mis diez años tuve un accidente en el Parque Lezama cuando me tiré en mi carrito de rulemanes por las pendientes pronunciadas que caían a la Avenida Patricios, mi pulgar derecho quedó fuera de lugar.

Mi madre estaba preocupada por mi salud y pensaba que debería llevarme al hospital para hacerme atender, pero en aquel entonces todas las familias teníamos un médico de cabecera que “siempre sin excepción” era consultado por todo.

Por ese motivo, nuestro famoso Doctor Lopardo vino a casa para atenderme, observó la movilidad de la mano y abrió su simpático maletín. Sacó una cajita metálica que contenía en su interior agujas a la que esterilizó cuidadosamente y con ellas me pinchó en varios puntos de la mano y el brazo para luego acomodarme el dedo pulgar.

Al finalizar le pidió a mi madre que se abstuviera de comentar el método que había aplicado ya que lo había aprendido en Oriente, más específicamente en China, y que los profesionales de la medicina no iban a ver con buenos ojos su novedosa práctica. Ni mencionó su nombre y muchos años más tarde nos enteramos que esa técnica se llamaba “Acupuntura”.

Evolucionando en la Empresa

Más de 40 años de haber conocido diferentes tipos de organizaciones y empresas para asegurar que aún no he perdido mi capacidad de asombro en lo referente a la “Gestión de Personas”. La realidad actual me muestra que, más allá de las herramientas que incluyamos en la gestión de personas y tareas, hay conocimientos muy antiguos que aún no han llegado a la empresa y hacen la diferencia.

Hace unos años incluimos en todos los servicios de consultoría el aspecto “Emocional” ya que somos personas y como tales no estamos exentas de vivir siempre en una emoción determinada. El tener conciencia de nuestro abanico emocional, nos ofrece un gran poder de acción con nuestros colaboradores y con nosotros mismos. La emocionalidad es la magia que hace que tendamos “Puentes” entre las personas para estar cerca o construyamos “Paredes” que nos separen o protejan de ellas.

Ahora llegó el momento de “una nueva vuelta de tuerca” y decidimos comenzar a incluir en algunos proyectos de consultoría “Las agujas del Doctor Lopardo”.

ALTO!!! No es que vamos a hacer acupuntura en las empresas… sino que estamos empezando a traer al mundo organizacional esta sabiduría antigua y profunda para generar una nueva forma de Ser, iniciar un nuevo ciclo con una mirada desde nuestro interior.

La idea es compartir con las personas de una organización, técnicas muy antiguas del Oriente pero que siguen siendo aún muy novedosas para los occidentales. Yoga, Meditación, Pranayamas, todos distintos caminos que nos acercan a un mismo punto de llegada… todos complementarios que nos permiten mantener nuestro “Mundo Emocional en armonía”, que nos permitan cuidar la “Salud de la Mente” para no colapsar ante la constante demanda de nuevas acciones y respuestas innovadoras que exigen los continuos cambios.

Creo que es difícil que una empresa logre ser exitosa si su gente vive mal, esta angustiada, se encuentra deprimida, está sin energía, se encuentra enmarañada en una red de conflictos o los baña la amargura generalizada.

Obvio que no depende de la empresa lograr el bienestar de su gente, sino que cada persona tiene que hacerse cargo de su parte, pero cuando como organización facilitamos un espacio de armonía y evolución personal para lograr el objetivo empresarial, la gente dará lo mejor de sí, su desempeño mejorará notablemente.

Las empresas son grupos de personas unidas con un fin común y cuando hablamos de personas no perder de vista “lo humano” es fundamental.

¿Están preparados para cantar el Mantra?

Inhalamos profundamente y al exhalar cantamos OM!!!

 

Lic. Alberto Gutiérrez Dolarea
Consultoría Organizacional en Empresas y Familia
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