De qué hablamos al decir confianza?

Quizás ayude recordar que en la palabra “Confianza” el prefijo “con” nos habla de “con o junto” y el término “fianza” se está refiriendo a la absoluta convicción de algo.

Es por eso que, cuando hablamos de “Confianza” nos estamos refiriendo a nuestra esperanza de que algo suceda, algo funcione o algo sea tal como deseamos. Sin confianza es muy difícil, por no decir imposible, que las cosas fluyan y que las acciones que emprendamos sean efectivas. Esta confianza se expresa en dos sentidos , una dirección de la confianza es hacia nosotros y la otra es hacia los demás. Cuando hablamos que confiamos en nosotros, mostramos tener seguridad en nuestras competencias y/o habilidades para lograr una acción y cuando hablamos que confiamos en otro expresamos tener un cierto grado de certidumbre de las acciones que esa persona pueda realizar.

Ahora bien, la confianza no es algo que está dado porque sí, ni se refiere a una condición estática. Todo el tiempo va cambiando como si fuese el “sube y baja” de la plaza de tu barrio… Pero aunque sea simpática la comparación, la confianza no es un juego y entonces te propongo asociarla a tu “Cuenta Corriente Vincular”, una cuenta mágica en la cual hay cosas que suman y otras cosas que restan, y en la cual el saldo resultante representará el grado de confianza que existe con esa persona en cuestión.

De niños confiamos en la visión de nuestros padres y por ello estamos abiertos al aprendizaje y así es cómo condiciona nuestro crecimiento. También nos abrimos con aquellas personas que gozan de nuestra confianza y compartimos nuestras cosas más íntimas. En las instituciones educativas, confiamos en nuestros maestros y por ello somos permeables a su guía y enseñanza. Y no hay excepción con los que son nuestros compañeros de equipo, sea deportivo o laboral, con ellos establecemos vínculos que están basados en esto que llamamos confianza.

En síntesis, podríamos decir que la “Confianza” abre y la “Desconfianza” cierra.

Confianza en el Trabajo – La llave del éxito

A mi entender, la Confianza es el imprescindible cimiento sobre el cual construimos nuestra Red Vincular. Cada relación social que establecemos, está sustentada en la confianza que tenemos en esa persona que se encuentra en el otro extremo del vínculo y cuanto más fuerte sea ese vínculo, más contención y sostén necesitará, o sea más confianza estará sustentando esa relación.

Entonces, en nuestro ámbito laboral no estamos exentos de la influencia de la confianza existente en todos los integrantes de la empresa, ya que una empresa según mi visión es una gran red de vínculos desde la cual perseguimos nuestros objetivos y el éxito de este desafío va a depender de cómo interactuemos en dicha red.

Cuando estamos en un contexto de confianza, ésta abre un abanico de posibilidades de crecimiento y evolución tanto personal como laboral, las cosas nos resultan mucho más fáciles, alcanzamos los objetivos con mucho menos esfuerzo, todos estamos inclinados hacia las acciones cooperativas y no competitivas, entonces el éxito se encuentra de nuestro lado.

Sólo decir tengo confianza es un discurso…

A todas las personas les resulta más fácil decir “tengo confianza en mí”, “tengo confianza en vos” ó “confío en esta organización”. Pero en general, a nadie le es sencillo reconocer que esa confianza puede estar en crisis, que en realidad son pocas las veces en que la persona se siente segura del entorno, de los otros y de sí mismo.

Aún hoy en día, muchas organizaciones están alineadas en el viejo paradigma del control y orden sustentado en una emoción no muy constructiva como es el miedo…

Cuando en nuestras actividades de consultoría y capacitación observamos las dinámicas que tienen los grupos de trabajo, cuando vamos conociendo en profundidad el estilo de trabajo de una empresa, cuando interactuamos con los líderes de una organización, va apareciendo delante nuestro la “Verdad Objetiva” y con esto no me refiero a una visión iluminada de alguien superior, sino que me enfoco en las inconsistencias entre “lo que se dice y lo que se hace”. En estas visibles inconsistencias cualquier discurso se diluye y queda al descubierto la situación concreta.

Cómo generar Confianza en los Equipos de Trabajo

Éste es un trabajo que demanda una planificación estratégica en la cual deben involucrarse las máximas autoridades de la Empresa y desde la cima de la pirámide organizacional ir bajando y sumar a cada líder en este cambio cultural. Un paradigma no cambia por medio de una llave que “prende y apaga” sino que debe ser abordado en un proceso gradual que puede ser más o menos lento pero siempre debe dirigirse hacia adelante.

El Coaching Ejecutivo a los propietarios de empresas y sus líderes, el Coaching de Equipo y el entrenamiento en nuevas prácticas, es el punto de partida para este desafío que está al alcance de cualquiera.  Decirse “en esta empresa no se puede” es quedarse con la justificación tranquilizadora para el fracaso inminente.

 

Lic. Alberto Gutiérrez Dolarea
Consultoría Organizacional en Empresas y Familia
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