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“Bienvenido a nuestra Empresa”

Cuando un nuevo colaborador se incorpora a la empresa, lo sometemos a un proceso de inducción para conocer la organización, sus servicios/productos, tareas del puesto de trabajo, pero muchas veces sentimos que no alcanza… Me acordé de la primera vez que comencé a trabajar y sentí nerviosismo, ansiedad, luego pasé por la inducción me sentí abrumada con tanta información. Recuerdo que esa noche me la pasé leyendo el material que me habían dado.

A través de los años, recibiendo a nuevos colaboradores o dictando cursos de formación a los profesionales de RRHH me di cuenta que “algo estaba faltando” pues no terminaba de “cerrarme” el proceso de inducción.

Cuando escuché por primera vez la palabra Onboarding de un colega lo primero que vino a mi mente es esta reflexión: cada vez que subo a un avión me hago la siguiente pregunta; ¿qué hace que vuelva a elegir esa aerolínea? Y me puse a analizar el proceso que hacemos los viajeros para abordar al avión.

En primer lugar tengo que ir al aeropuerto con anticipación, asegurarme un lugar en el avión,  despachar valijas y hacer el famoso CHECK IN en donde presento mis documentos en el mostrador de la aerolínea en la que adquirí el pasaje, elijo mi asiento pasillo y despacho mi equipaje. Una vez realizado estos trámites tendré en mi mano la tarjeta de embarque con la que podré acceder al sector de embarque. Llega el momento del embarque, realizo el trámite de migración. Vamos a la sala de embarque donde hay cafeterías, el Dutty Free Shop, cuando se anuncia el vuelo buscamos nuestra puerta de embarque o Gate indicada en la tarjeta y allí abordamos al avión. Volamos y cuando llegamos a destino buscamos nuestro equipaje, pasamos por migraciones y listo!

Busquemos la analogía: el nuevo talento o colaborador llega a nuestra empresa puntualmente o con un poquito de anticipación para dar una buena impresión, eligió una marca empleadora, un puesto de trabajo y nosotros desde Recursos Humanos le vamos hacer el check-in, parte formal y luego lo “despachamos” con su credencial nueva hacia su sector y algunas empresas los “despachan” a un curso de inducción.

El nuevo colaborador se siente abrumado con tanta información, lugares y personas a conocer como si estuviese en la sala de embarque. Inquieto, nervioso, alegre, en definitiva con un estrés positivo. Ya estando en la sala de capacitación (embarque) le anunciamos cultura, normas, procedimientos internos, código de ética, misión, visión y valores de la compañía y lo llevamos a su puesto de trabajo o Gate.

Lo que hace que elija esa aerolínea nuevamente es el éxito o fracaso del vuelo, la atención al cliente, el servicio en el avión y el cumplimiento de tiempos anunciados.

Me pregunto ¿Qué valor agregado podemos darle al proceso de ingreso de un nuevo colaborador?  ¿Y qué diferencia hay entre la Inducción tradicional y Onboarding?

En el proceso de Inducción tradicional, se realiza una comunicación de una sola vía, de la empresa al empleado, es de carácter informativo y orientativo y no hay seguimiento del nuevo integrante. En general este proceso dura horas o un día

El “Onboarding” es un proceso progresivo diseñado para ayudar al nuevo colaborador a realizar con éxito la transición de su nueva etapa laboral/profesional. El nuevo colaborador comienza a asimilar, alinearse, orientarse e integrar sus nuevas responsabilidades y sus recursos para hacer su tarea.

No es un programa de capacitación sino un proceso de integración que garantiza el éxito de la incorporación del nuevo empleado. Durante este proceso hay una constante interacción con una comunicación a doble vía, para que el colaborador asuma su rol, entienda su nuevo puesto de trabajo, establezca una conexión efectiva con sus compañeros y jefe, contribuyendo rápidamente a la realización de sus tareas.

En el proceso, la persona se siente más segura y cómoda con sus actividades, comienza a generar círculos de confianza con sus compañeros, gana seguridad en sí misma y se siente motivada. Su desempeño será muy bueno, habrá claridad en la ejecución de las tareas del puesto y serán aceptados socialmente participando de pequeñas charlas en interacciones informales.

Puedo darles un ejemplo, un estudio de proceso de Onboarding en Texas Instruments encontró que los empleados que pasaron por este programa estaban en plena producción dos meses antes que aquellos que no lo tuvieron

Un Onboarding exitoso eleva la satisfacción laboral, el compromiso, el sentido de pertenencia con la organización, baja los niveles de estrés y evitamos la rotación por renuncia del empleado, evitando futuros gastos de re-reclutamiento y re-entrenamiento.

Llegando al final de nuestro viaje podemos concluir que: esa persona tiene deseos, ambiciones pero a la vez miedo a lo nuevo, lo desconocido, incertidumbre de ser capaz de superar los nuevos retos y el ser aceptado por su equipo de trabajo.

Onboarding ayuda al proceso de transición, adaptación e integración en forma sistemática de todas las acciones organizacionales que apoyan la integración de nuevos empleados.

Darle una adecuada Bienvenida a nuestros nuevos colaboradores, hará que nuestra empresa quede en su historia.

 

Roxana Jofré
Psicóloga Social y Organizacional – Coach Ontológico
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